DON TRINO

Don Trino de Carache

DON JOSÉ DE LA TRINIDAD BRACAMONTE LEAL: LA IDIOSINCRACIA CARACHENSE

 Don Trino nació en Carache el 25 de febrero de 1911. Sus padres: Don José de la Trinidad Bracamonte Benítez y María del Carme Leal Montilla. Sus hermanos: Félix Gabriel, Georgina, María del Carmen, Mariana, Julieta, Pedro José Rafael. Estudió la primaria completa. También cursó estudio de contabilidad en la escuela de artes y oficios. Este “Personaje” está localizado en un mareo geográfico con características rurales y urbanas, enclavado en un valle muy cercano al Estado Lara, como la presentaba Carache. Reúne las características de las poblaciones pequeñas de la región andina:

 1. Predomina “El qué dirán”, las tradiciones folklóricas de origen indígena, español y africano.

 2. En esta Dtto. La gente sobre sale por su amena conversación, capaz de acomodar cualquier situación a una inconfundible manera de improvisar el chiste o anécdota o oportuna. Se puede decir que en cada carachense existe un Trino Bracamonte en potencia, con la diferencia de que en el tuvimos nuestro más fiel exponente porque supo interpretar esa heterogénea personalidad donde convergen diferentes elementos y al remontase sobre la apreciación general, supo reunir o expresar toda esa sabia de inventiva criolla. De acuerdo a las rererencias dadas por el señor José Juan Rodríguez Quevedo y el bachiller Eduardo Graterol este personaje era chistoso por naturaleza, pues también sus hermanas Georgina y Mariana, siempre tienen sus expresiones de humor a tiempo de presentárseles a una determinada situación, y si nos trasladamos hasta sus antepasados, existió una de las parientes cercanas que también se hizo celebré con su humor y “desapareció dejando en todos el dulce recuerdo de las joyas de la amistad”. Ella fue la “bella trinante”.

 La vida de don trinó transcurrió en un ambiente familiar en la que estaba siempre presente la nobleza y la generosidad, como también la alegría singular de los miembros del hogar, la familiaridad se ha proyectado a quienes han tenido relaciones de amistad con ellos pues llegar a visitarlos hace que se respire un clima de hospitalidad y alegría.
 Don Trino se dedicó por mucho tiempo al comercio, creando en el pueblo su peculiar bodega en la cual se reunían clientes y amigos a disfrutar un rato de sus elocuencias humorística, ya que estos es característica del Carachense: formar tertulia en los “negocios” o “pulperías” Luego de terminar las faulas contidiadas, los pobladores se reúnen en las bodegas ubicadas en los alrededores de la población de Carache y en los campos circunvecinos acostumbran a colocar frente a la puerta de entrada un banco de madera entre dos piedras se sienta a formar tertulias.
 Otra cara de su vida como hombre activo fue el trabajo en las obras Públicas Estadales, donde permaneció varios años y en cuya estadía gozó siempre de un distinguido aprecio de parte de sus compañeros de trabajo, pues según referencias de algunos, como su oficio era de Caporal, designaba a sus obreros la vigilancia mutua y así obtenía a el rendimiento deseado.
Para medir ese rendimiento tenía a su clave personal, la que nunca dio a conocer, pues los signos que utilizaba solo él los sabía a descifrar. Siempre jovial, circunspecto y amable, recorrí a las calles de la población, gozando del aprecio de sus coterráneos, porque su gran personalidad lo desvinculaba de las prácticas que estuviesen en contra del respeto a la dignidad humana.

Y ello se comprueba en el que hacer cotidiano de nuestro personaje, pues de acuerdo a las referencias dadas, su vida cívica nunca tropezó con acciones controversiales, ni por el hecho de haber practicado ideologías políticas contrarias a las vividas en el país desde su incorporación a la sociedad como este activo y útil.
 Don Trino era una persona que disfrutaba de buena salud física, pero por designio divino a la edad de 72 años, aproximadamente, comenzó a padecer de afecciones cardíacas que lo llevaron a recluirse en su hogar alrededor de dos años y dejó de existir cristianamente el 2 de febrero de 1987. El material de apoyo y las informaciones obtenidas nos han permitido detectar uno de los rasgos psicológicos de la idiosincrasia Carachense.

AMIGO DE IMPROVISAR EL CHISTE OPORTUNO. Lo observamos en la anécdota siguiente: “Don Trino andaba en Valera con unas de las hermanas y ella le dice: Trino, mire ese señor como tienes las cejas blancas y los bigotes negros. Claro que tiene que tener las cejas blancas, si son más viejas que los bigotes”. 

DE OCURRENCIA SIMPATICA. Veamos la siguiente anécdota: “Una vez trino acudió al médico que le atendía a los obreros de las obras Públicas porque sentía dolor en una pierna. Don Trino llega al consultorio y el médico le pregunta: ¿Qué le pasa? Don Trino le responde: Mire doctor caramba, yo vengo porque esta pierna pues me duele mucho, ese dolor lo tengo hace varios días. No se preocupe don Trino, le dice el doctor que eso es la edad. Y Don Trino le contesta: Mire amigo doctor, eso no puede ser la edad porque esta pierna tiene los mismos años y no me duele. Analizaremos el contenido de dos de sus anécdotas: 

 1.- En sus correrías por el llano, Don Trino andaba con unos de sus hermanos y había una campaña contra la malaria; pero ellos no se habían querido vacunar y entonces llegó una comisión a buscarlo cuando se encontraban en una fiesta. Una policía le dijo: ¿Quiénes son los hermanos Bracamontes? Nosotros- dijeron ellos. Uno de los policías les dijo: ¡Ustedes están presos! Don Trino le responde: - Usted es loco. ¿Cómo que estamos presos ¿no nos está viendo que estamos sueltos? No, pero que tal y qué se yo… dijo el policía. Diga que vino hacernos presos -Dijo Don Trino, pero ¿no que estamos sueltos? Como se puede observar en esta anécdota, las expresiones utilizadas por Don Trino ponen en evidencia su semántica lógica, a la vez que refleja la buena utilización del idioma dentro del lenguaje. Otras de sus anécdotas la siguiente: 

2.- “Fue Don Trino para donde el médico y éste luego de examinarlo, le pregunta: ¿Cuántas comidas hace usted, señor Bracamontes? Yo ninguna responde Don Trino. Entonces ¿Cómo es que usted puede vivir sin comer? Bueno yo como, pero a mí me hacen las comidas respondió Don Trino. Se observa en este relato la agilidad mental que Don Trino poesía, pues como interlocutor responde interpretándolo que el médico le dice según su propia lógica. Su producción puede ubicarse dentro del campo de la cultura popular.