Tejedora Maria Trinidad Valera de Villegas

TEXTO DE: CARMEN ELENA NÚÑEZ VILLEGAS. MMVII

RESEÑA ABUELA TRINA

MARÍA TRINIDAD, Valera de Villegas, nacida un  18 de junio de 1916 en una pequeña provincia de Paramo de Sisi llamado el Cardón,  Parroquia: La Concepción, Municipio Carache del Estado Trujillo.  Fruto de un amor exiliado en aventuras, bajo el romance tempranero de María Inés Valera y Rubén Román, ambos coterráneos, peones y provincianos. Niña hermosa de baja estatura, de blanca piel, ojos de luna, mirada profunda, de rostro humano y angelical, timbrado de lunares de sello especial, de silueta perfecta y carismática. Sus primeros años transcurren en esa una humilde comarca  plena de paisajes y montañas que le abrieron al compás de la vida, bajo la brisa fresca y el umbral de sus mañanas, la profundidad de sus noches, el brillo de sus estrellas consagradas, los caminos que trazaron  su mirada visionaria.

  

De acuerdo con algunos registros, concibe matrimonio civil y eclesiástico de 24  años, en la Concepción con Marcelino Villegas, hombre agricultor, proveniente de descendencia española,  de cuya unión nacen 5 hijas, productos de ese fecundo amor años Mas  tarde,   la familia fija su asentamiento en la Parroquia Carache, es precisamente allí, donde este pequeño núcleo comienza a formarse, a levantarse, para luego ir cada cual en la búsqueda de su proyecto de vida.

         Es precisamente María Trinidad, (Trina) quien va moldeando a paso firme y con un estilo único de mujer consagrada, participe de toda buena obra, quien recibe  8 bendiciones, 8 nietos, 4 Varones y 4 hembras. Todos ellos, con un significado especial en la vida de esta hermosa varona.

            Con el transcurrir del tiempo aparecen 12 bendiciones, 12 bisnietos, además de sus hijos adoptivos que le brindaron un cumulo de afectos y especial atención, todos aquellos que abrigados bajo el mismo y caluroso manantial de amor con el que a diario vestía e iluminaba su rostro, de cara al canto, al verso, a la parranda, al concierto, a la oración, a la vigilia y a todo aquello que emprendía bajo la tierna espiral llamada VIDA.

       

Da  sus primeros pasos de niña y mujer de a pie, como toda pionera de sueños, quien se abre al trabajo de campo y comienza a adoctrinarse en su apasionada faena que la llevaría mas tarde a consagrarse en los entrañables oficios del arte, acudiendo a los elementos de su entorno, para instruirse e identificarse en el mundo de la artesanía, pues para ese entonces las damas dedicadas a la recolección de fibras de palma, paja y palmiche con los que elaboraban sombreros, cestas ,u otros utensilios comunes en la sociedad.

Luego de muchos años, aparece entre sus delicados y finos diseños, una nueva técnica en sus tejidos, y no es otro que la famosa “Cinta de Regalo” con la que hecha a volar su imaginación y creatividad, girando al compás de su propia inspiración, quien va perfeccionándose en esa última técnica que la hace consagrarse en toda una Obra Maestra, comienza a mezclar y combinar con surtidos colores cada una de sus peculiares faenas y vemos como  vislumbra entre piedras preciosas. Cual diamante va conquistando mas y más entre nacimientos,  apariciones y bendiciones en cada uno de sus bisnietos, motivo que le conlleva a dedicar sus últimos años de vida, ha inmortalizarse y dejar sus huellas profundas en su glorioso  legado, hoy invicto en el seno de nuestro núcleo familiar, digno y privilegiado de contar con la madre, amiga, hermana, artesana, aliada y maestra de todos los tiempos que nos ha honrado con su ejemplo único de vida, cálido, fresco, ameno, brillante, solidario, afectuoso, valiente y guerrero. Una luna que desprendió su brillo a flor de piel.         

Fueron cien y más los años bendecidos de esta rosa diamante en la alborada de la vida, carismática, emprendedora, artesana, enrolada en los prodigios de Dios, caracterizada por la humildad, el amor con el que iluminaba su rostro cada mañana, con la valentía y el brillo espiritual que emanan de las fuentes divinas del alma. Connotados trabajos del arte con un estilo único, imprimieron su nombre en la eternidad.